Las visitas a la planta tienen varios objetivos clave. En primer lugar, permiten que los nuevos empleados conozcan cómo se fabrican los productos de la empresa, lo que les ayuda a comprender mejor el negocio y a sentirse más conectados con la compañía.

Además les permite comprender la complejidad de la operación y les ofrece la oportunidad de consultar con los trabajadores de la planta todas sus inquietudes.